Peperfus blog

- Buenas.
- ¡Buenas y maduras las tengo, señora!.

Hacía ya mucho tiempo que no escribía frikadas. Pues bien. Lo siento, pero hoy toca una.

Voy a explicar por qué opino (y además, es así (más adelante explicaré esto)) que el destino* está escrito y por mucho que nos empeñemos, NO puede cambiarse, en absoluto. Ni una pizquita.
* (Cuando digo Destino, también me refiero al futuro, es decir, al conjunto de sucesos que están por suceder.)

Bien. Veamos. Por donde empiezo... A ver. Sí. Ok. Primero voy a intentar explicar mi teoría lo mejor que pueda y luego pondré algunos ejemplos para facilitar su comprensión. Por supuesto, puede que tenga fallos y que me queden algunas ideas por pulir o que aun se me escapen.

Allá voy.
Vivimos en un universo de sucesos. Todo lo que ocurre a nuestro alrededor son sucesos. Lo que ocurre a diez mil kilómetros de nosotros son sucesos. Lo que nos ocurrió ayer fueron sucesos. Aquí me refiero a conjuntos. Conjuntos de sucesos. Un suceso es una acción. No hacer nada (el hecho de existir en sí) también es una acción, por lo tanto, es un suceso.
Bien. Los sucesos están conectados entre sí, bien por el espacio, cuando se desarrollan a la vez, bien por el tiempo. Un suceso normalmente tiene una o varias consecuencias, que son, a su vez, otros sucesos. Esos sucesos tienen, cada uno de ellos, sus consecuencias y así sucesivamente (valga la redundancia). ¿Es posible que un suceso no tenga absolutamente ninguna consecuencia? No lo sé. ¿Es posible que un suceso no sea la consecuencia de ningún suceso anterior? No lo sé, tal vez... ¿el origen del todo o del espacio y del tiempo? Esto lo dejo en el aire.

Un suceso-consecuencia no se dará hasta que sus sucesos-causa ocurran. Pero además, cuando todos sus sucesos-causa ocurran, inevitablemente, ocurrirá el suceso-consecuencia. Esto es así por definición, es irrefutable.

No sé si con esto ya es suficiente para que se vea mi forma de pensar, pero por si acaso, voy a poner unos ejemplos.

Imaginemos a un chaval que se dirige a comprar pan a la panadería. Se llama Miguel.
Previamente, el panadero, que se llama Paco, ha ido a la panadería a trabajar, como cada día.
Además, Paco ha terminado de hornear el pan del día y lo acaba de sacar.
Por lo tanto tenemos, en resumen y para no alargar:
SUCESO A: Miguel va a comprar pan.
SUCESO B: Paco está en la panadería atendiendo a los clientes.
SUCESO C: El pan esta en su departamento, caliente, esperando a ser vendido.

SUCESO "ABC": Paco coge una barra del pan recién hecho y se lo vende a Miguel.

En este supuesto, los sucesos A, B y C son sucesos precursores del suceso ABC. Son sucesos-causa del suceso-consecuencia ABC. Segura y obviamente, intervendrían muchísimos más sucesos, pero es sólo un ejemplo. Está claro que el suceso ABC depende de cada uno de los sucesos A, B y C, porque Miguel no podría haberse llevado una barra de pan vendida por Paco si ese día Paco hubiera estado enfermo y no hubiera ido a la panadería. En ese caso, a Miguel le habría vendido el pan otro panadero, está claro. Pero no Paco. Por lo tanto ese ya sería otro suceso distinto, con otros sucesos-causa y otros sucesos-consecuencia.

¿Veis por dónde van los tiros?

Todo lo que hacemos, en realidad, no es por voluntad propia. Sino que está condicionado por todo nuestro pasado. Nuestra personalidad, nuestra educación, nuestra infancia, nuestro entorno, nuestro crecimiento, nuestra fuerza, nuestra inteligencia, nuestra experiencia, nuestra alimentación... Un sinfín de hechos en nuestro pasado son los que definen nuestras acciones y comportamiento. A la vez que ellos definirán seguramente las acciones y comportamiento de otras personas. No es más que otro ejemplo.

Otro ejemplo:
Es posible que aun no estéis convencidos. Dadme otra oportunidad. Imaginemos una mesa de billar. ¿Os gusta el billar? A mí sí. Bueno. En la mesa hay dos bolas, la blanca y la negra. Un jugador coge un taco y golpea la bola blanca, en dirección a la bola negra. Cuando la blanca choca con la negra, la desplaza con un ángulo, con una velocidad, etc. Si conociéramos las fórmulas o métodos necesarios y todos los datos necesarios, podríamos calcular la trayectoria de las bolas después del impacto, siempre que no haya un suceso que no hayamos tenido en cuenta y que modifique esa trayectoria. ¿Lo veis ahora?. De todas formas, podamos o no podamos calcular la trayectoria de las bolas, lo que va a pasar entre ellas no podemos cambiarlo. Aunque no lleguen a chocar porque otro jugador coloque su mano para parar la bola blanca y diga: "Ajá !!, yo tenía razón. Hago lo que yo quiero y mi destino no está escrito !!". Qué iluso. Su destino era interceptar la bola blanca, sólo que él no lo sabía y cree que lo ha hecho voluntariamente. Lo ha hecho voluntariamente, sí. Pero era su destino.
Bueno, ahora imaginaos una mesa gigante. Y más bolas. Muchas bolas. Miles de bolas, millones. todas las bolas rodando por la mesa y chocando unas con otras. Miles de choques. Cientos de miles de choques.
Bien, pues cada bola, es un suceso.

Todo es como una película o un libro. El final ya está decidido. No importa que el protagonista ponga toda su fuerza de voluntad en rescatar a la princesa atrapada en el castillo custodiado por el dragón. Si al final la tiene que rescatar, lo hará, ya sea de una forma u otra.

Otro ejemplo fácil: La carretera. Este ejemplo es como el de la mesa de billar gigante: hay choques.
En las carreteras hay miles de coches contínuamente (menos por la noche, afortunadamente) moviéndose. Unos van al trabajo, otros vuelven del trabajo. Unos buscan aparcamiento, otros van a llevar a los niños al colegio...
Algunos interactúan entre sí. Otros ni si quiera sabrán de la existencia del otro. ¿Habéis visto alguna vez una secuencia grabada en vídeo de un accidente? Se puede apreciar todos los factores que influyen. Los fallos, los culpables, las víctimas, el desastre... Todos los sucesos independientes entre sí que convergen al final en el accidente. ¿Se podría haber evitado? Tristemente, en absoluto. La razón es, que si se hubiera evitado ese accidente, tal suceso "accidente" no existiría y por lo tanto no sería un suceso. ¿Está claro, no?

¿Aun queda gente por convencer? Me estoy cansando de escribir...
Que me expongan sus argumentos, teorías, ejemplos de la forma más coloquial posible (no soy matemático, ni físico, ni astrónomo... Sólo alguien que le da vueltas a la cabeza).

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A continuación escribe mi parte "sobrada", que no me cae bien porque es prepotente, chula y se cree que lo sabe todo. Bueno, le cedo el teclado:

"Yo opino que es así, pero es que además, es así. Las cosas son de una manera y los que opinan de esa manera, están en lo cierto. 2 + 2 = 4. Esto es así y además, estoy de acuerdo. Lo mismo pasa con que el destino está escrito. Está escrito y yo lo he entendido y me he dado cuenta de ello. Hay gente que piensa que su destino no está escrito, pero se equivoca. Lo está, lo crean o no."

¿Has terminado? Bueno.

¡¡¡¡ Vamos a ver, es muchísimo más fácil que todo esto !!!!

El destino es INMODIFICABLE, INCAMBIABLE por propia definición. Anque conozcas tu destino, si lo cambias, deja de ser tu destino, ¿cierto?
Claro, es así por definición. El destino es lo que te va a pasar.
Por lo tanto, no podemos cambiarlo, por lo tanto, está predeterminado. No hay más vuelta de hoja. Es cuestión de definición.

Gráfico ilustrativo:

Mirad ese gráfico. Cada círculo coloreado representa un suceso. Las flechas son las influencias. Los sucesos al origen de la flecha son los sucesos-causa y los sucesos en el destino de la flecha son los sucesos-consecuencia. Es como un grafo PERT, parecido. No sé si se regirá por las mismas reglas o no, eso todavía no lo he pensado, pero por lo menos es muy similar.

Y CHIMPUM.

Más curiosidades....
Se me ocurre que el Universo es como una especie de mesa de billar gigante. Recursivamente, se podría decir que es una mesa de billar en la que cada bola es una mesa de billar, y así sucesivamente ¿hasta el infinito? no lo sé, pero como poco, hasta un grado incontable.
La cosa es... que el "primer jugador", el que rompió con su primer tiro de la partida, la formación inicial de las bolas (la típica triangular, en el juego de billar típico) . . . . Esa tirada fue el suceso-causa del TODO ABSOLUTO. Al igual que la primera tirada condiciona el desarrollo de una partida de billar cualquiera. Supongo que, irremediablemente, nos viene a todos a la cabeza el Big Bang. Dicen que de él se creó todo, inclusive el espacio y el tiempo. Es curioso, porque la frase "antes del Big Bang", es incorrecta, porque "antes" del Big Bang no existía el tiempo y por lo tanto, la palabra antes es absurda en ese contexto. Al igual que supongo que pensar en donde se produjo el Big Bang también es absurdo, por la misma analogía aplicada al espacio.

Otra curiosidad es que si os fijáis, en el grafo PERT, hay unas líneas. Un suceso puede influir en varios, varios en uno y uno en uno. ¿Puede un suceso no influir en ningún otro? Como ya dije antes, no lo sé. ¿ Tal vez el fin del universo ?

Para pensar:
¿En cuántos sucesos puede llegar a influir un suceso? ¿en infinitos? ¿existe un límite?
¿Por cuántos sucesos puede llegar a verse influido un suceso?
¿Aparte del Big Bang, puede existir un suceso sin sucesos-causa?
¿Y un suceso sin consecuencias?
¿Y un suceso sin más?, es decir, ¿sin causas ni consecuencias?

¿Se puede calcular algo usando matemáticas o algún tipo de metodología o algoritmo?

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UNIVERSOS PARALELOS

Si el primero de todos los sucesos, es decir, el primer suceso-causa, no consecuencia de ningún otro fue el Big Bang (BB en el centro de la imagen), cada subconjunto de sucesos dependientes directamente de esos segundos sucesos...
¿se podría considerar como universo paralelo?

PENSADLO.